Lo pequeño se hace grande día a día.

Quince, puede parecer poco, comparado con cincuenta u ochenta, y si, son muy pocos pero suficientes para saber lo básico, lo más importante. En 15 años pude tener el don de nacer, de conocer a personas tan increíbles como la vida misma, lo que llevo en estos 15 no me lo saca nadie, fueron los mejores, aprendí tantas cosas con lo largo de los años, la vida me dio tantas caídas que básicamente me marcaron para siempre. Aprendí a hablar, a andar, a sumar y a restar, a saber quien merece la pena y quien no, a saber que los verdaderos amigos son los que siempre están ahí, en las malas y no solo en las buenas. Son muchas cosas, pero no tantas comparadas con lo que me queda por saber y aprender, miles de momentos que me marcaron en esta vida, y miles mas que me quedan. No todo se termina acá nada es suficiente, todavía queda mucho, mucho por vivir, por disfrutar, por reír. Siempre hay tiempo para todo. Pero desgraciadamente el tiempo pasa demasiado rápido, no desgastes segundos en tu vida que no valgan la pena, cada segundo es vital en esta vida, tanto para equivocarte como para no, porque si de los errores se aprende ya volviste a aprender algo nuevo.